Hoy tengo una cita muy especial, voy a tomarme un café con mi amiga Raquel. Nos conocimos en el trabajo, compartimos profesión, esa que yo abandoné pero que tantas satisfacciones me proporcionó, como conecerla a ella. Desde el principio hubo afinidad entre nosotras, pero no hace mucho nos hemos reencontrado. Como las nuevas ediciones de los discos, que al reeditarse casi siempre contienen algo inédito, nosotras estamos creando algo nuevo.
Raquel parece seria, pero tiene un gran sentido del humor. Es inteligente, observadora, sincera y auténtica. Pero lo más bonito de Raquel es que sabe poner luz en la oscuridad, oportunidad en la adversidad, y de eso seguro que vamos a charlar. ¡Os va a encantar!
Auguro un gran futuro a esta nueva edición que ambas decimos escribir desde el más absoluto de los blancos. Y ya tenemos el principio, es una historia compartida de ventanas y lenguajes secretos, de la que os dejo aquí una pequeña muestra:
"Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos".
De tu ventana a la mía
Carmen Martín Gaite