Pues de un bonito café salió otro que espero con ilusión. Y es que Elena Menor recogió el guante y enseguida programamos nuestra cita.
Elena es el ángel de "Mi sueño", aquel que hace posible que mi día cambie de color. Es el motor y el alma de un precioso proyecto musical, Filarmonía de Madrid, que emprendió hace años con su marido el maestro Pascual Osa. Pero Elena es, sobre todo, una increíble mujer en todas sus facetas, como profesional, como madre, como amiga.
Siempre me ha animado a crear un blog en el que contar mis cosas, así que esta aventura se ha hecho realidad, en parte, gracias a ella. Además, hace ya unos años Elena, junto a una para mí desconocida soprano, inspiró el primero de una serie de escritos dedicados a mujeres que observo y admiro. Fue durante el ensayo general de "La flauta mágica" y decía así:
Increíbles mujeres
Ocurre con frecuencia que cuando una mujer brilla con luz propia no necesita artificios. Suele ser discreta, serena y bonita, en el sentido más amplio de la palabra. Si te fijas puedes encontrarlas por todas partes, en el metro, en la consulta del médico, en un supermercado...puede estar entre tus amigas o ser una perfecta desconocida. Yo las he encontrado hoy en un Auditorio. No tengo la suerte de conocer a aquella que pisa el escenario en la imagen, pero me siento privilegiada por ser amiga de la que está sentada tras el. La primera llegó detrás de mí arrastrando una maleta. Abrí la puerta y la sostuve para que entrara. Ella correspondió mi gesto con una discreta sonrisa. Ya, desde mi butaca, la observé (últimamente me encanta hacerlo, observar que no cotillear), elegante, profesional...parece frágil, quizá por su delgadez o por esa sensación que transmite de estar helada arropándose con su pasmina...hasta que empieza a cantar. Segura, dulce, BRILLANTE. La segunda es un ángel, uno de los que yo tengo. Capaz de transformar mi semana en algo mágico y sin utilizar ninguna flauta. Porque es ella la que ha hecho este momento posible, mi momento. Y el de muchas personas que, como yo, dejamos nuestros problemas a un lado para disfrutar de la música. Ella, como siempre, amable, atenta, pendiente de todo y de todos para que el proyecto sea un éxito. Segura, dulce, BRILLANTE. Increíbles mujeres a las que observo desde mi butaca y que me inspiran mucho más que las paridades forzadas. Porque aman lo que hacen, porque brillan sin pretenderlo, porque son mágicas...
