Os preguntaréis por qué este título tan "raro" para hablaros de algo maravilloso que llegó a mi vida por "casualidad". Si queréis saberlo tenéis que leer hasta el final.
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Nunca había recibido tanto por tan poco. Hasta ahora los cursos on-line a través de videos y textos, sin contacto directo con el maestro, me resultaban algo fríos, con ventajas, pero fríos. Lo que no contaba era con encontrarme con Alejandra al otro lado de la pantalla. Su capacidad didáctica y su poder de comunicación hacen que parezca que estás con ella, sentada también en la mesa de su estudio.
Alejandra Acosta estudió diseño gráfico. Desde niña le gustó experimentar con materiales y, sobre todo, contar a través de imágenes. Como directora de arte de varias revistas durante muchos años, sentía que le faltaba algo, tiempo para retomar el dibujo. Dejó su trabajo para dedicarse por completo a la Ilustración.
El libro que le abrió las puertas dentro del mundo editorial fue "El niño con bigotes".
Al principio se especializó en cuentos infantiles hasta que llegó "Del Enebro", ya dirigido al público adulto y que le ayudó a internacionalizar su carrera.
Lo que más le gusta como ilustradora es la gran cantidad de registros en los que puede moverse.
También le encanta la enseñanza. Da clases de ilustración en tres universidades y comparte con sus alumnos sus procesos de trabajo.
Alejandra me conquistó desde el primer video, en el que ya encontré algunas frases maravillosas para recordar:
"Para ilustrar un libro primero hay que trabajar en el texto, antes que en la técnica".
"La ilustración es un oficio que te obliga a estar en un permanente estado de reflexión"
Tiene una forma muy personal de comunicar y una voz muy bonita, ya sabéis que las voces son mi debilidad. Pero lo que realmente me conquistó es que te invita a disfrutar del camino, tal como ella hace, más allá del resultado final.
Yo he aprovechado el curso para ilustrar mis propias palabras (un microrrelato para mi sister y algunos de mis relatos). Lo que más me ha enganchado ha sido la parte de estudio del texto y de planificación antes de ponerme a dibujar. Ella explica muy bien, con algunos ejemplos, como crear la atmósfera y lo importante del punto de vista. Además, te anima a bucear en el relato, definiendo las palabras claves y buscando imágenes visuales que sirvan de inspiración. El maravilloso rato que he pasado creando mi "mood board" no tiene precio, fue como una meditación creativa y sanadora.
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Me divertí muchísimo eligiendo materiales y sobre todo los colores de mi paleta. La de los relatos me está costando, pues aparentemente son independientes, pero tiene un hilo conductor que debe mostrar la ilustración. La idea que tengo es usar pocos colores y utilizarlos para ir dejando "pistas".
Pero claro en algún momento tenía que llegar el "manos a la obra". Yo no manejo muy bien el lápiz, pero no sufro. Me quedo con la boca abierta viendo a Alejandra como, con maestría, crea los bocetos y de ellos pasa a las escenas finales. ¡¡¡Maravilloso!!!
Me estoy tomando mi tiempo. En el fondo creo que porque no quiero que se acabe.
No me importa el resultado. Solo quiero disfrutar del proceso de poner color a mis palabras.
Sí, lo sé, hemos llegado al final y todavía no se ha resuelto el enigma: el de “Los días raros”, la canción de Vetusta Morla que me persigue desde hace meses. Cada vez que la escucho encuentro un nuevo mensaje, pero una frase no me cuadraba:
“el futuro se vistió con el traje nuevo del emperador”
Este es el cuento que ella ilustra en su curso “Experimentación gráfica para relatos ilustrados”, de Dometika. Si queréis saber qué quiere decir la frase leed el cuento, o mejor, apuntaos al curso.
¡¡¡Gracias Alejandra por desvelarme el misterio!!!
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