Ya os he hablado de cómo conocí a Juan Sanchez y compartí con vosotros donde podéis seguir al lindo trío musical que ha formado. Pero hoy os voy a mostrar una preciosa iniciativa suya, que ha puesto en marcha en estos extraños días que hemos vivido. Se llama "Canciones de la Cuarentena" y podéis encontrarlas en su canal de Youtube.
Después de escucharlas os puedo decir que he experimentado un recuerdo de las emociones que he ido teniendo en estos últimos meses: tristeza, impotencia, miedo, nostalgia...pero también paz y esperanza.
Algunas invitan a bailar, como la Música de salón, otras a añorar otros tiempos pasados como el Adagio del concierto para oboe en Re menor de Marcello, otras a soñar como Poemat (Fibich) esta vez acompañando al violín de Amador (casi muero, ¡qué preciosidad!) y otras simplemente a contemplar "pajarracos y otras cosas que se ven el cielo".
Pero mi preferida es la melancólica melodía Gnossienne 3 del compositor francés Erik Satie. Es curioso cómo de nuevo se cierra el círculo. Justo antes de la cuarentena escuché una y otra vez la Gnossienne 1, tras ver la película "El Velo pintado", que os recomiendo totalmente y fue para mí como una premonición. No sólo porque también cuenta una historia con epidemia en China, sino porque contiene una lección de cómo las situaciones más adversas pueden ser las mejores oportunidades para encontrar la felicidad, solo hay que cambiar de actitud.
Juan acaba su serie con una pieza que estudiaba a los siete años, final redondo sin duda.
Pero yo tengo para vosotros una sorpresa más: Juan ha sido tan generoso que ha compartido conmigo por qué se embarcó en esta aventura. Me dijo que sentía la sensación de que había que compartir belleza, la que él crea con su piano y su sensibilidad. Pero además por temor a morir sin haber hecho lo suficiente...
No olvidemos cómo la música nos ha ayudado a salir adelante, apoyemos a los músicos, "para una futura esperanza".