Sincronía, tras sincronía, de eso hablábamos ayer. Cuando te abres a escucharlas te llegan sin parar y tu día deja de ser vulgar para convertirse en una oportunidad apasionante de vivir jugando.
Hace muy poco tuve la suerte de tener un encuentro maravilloso que me hizo continuar cuando estaba apunto de abandonar. En agradecimiento yo compartí con él un pedacito de la banda sonora que me acompaña cada día y él me correspondió con un recuerdo maravilloso: Golliwog's Cakewalk (Children's Corner, L. 113) de Debussy.
Os preguntareis cuál es la sincronía, el mensaje oculto, la señal que hay que atender aquí. Paciencia, es una breve historia, pero que se remonta años atrás.
Yo tenía 12 años y también estaba a punto de abandonar. Mi profesora de piano no era demasiado didáctica. A toro pasado pienso que le faltaba vocación y probablemente no supo hacerlo mejor. Lo cierto es que me hundía clase tras clase, perdía la paciencia demasiado rápido y carecía por completo de empatía. Una pena, la verdad, con lo bonita que es la música que sale de ese bello y elegante instrumento, ese que tanto me hizo odiar. Pero justo cuando se acercaba el final de curso, un curso que ya daba por perdido llegó Children's Corner para salvarlo. Me asignaron para el repertorio Golliwog's Cakewalk y se produjo un pequeño milagro. Desde el principio me cautivó, aún sin saber el significado de esta palabra. Me puse manos a la obra y no paré hasta poder tocarla perfecta. La “casualidad” quiso que mi profesora se ausentara por unos días. El profesor sustituto no paraba de alabar mi forma de tocar esta pieza. En favor de mi profesora tengo que decir que él llegó a lo divertido, mientras que ella había tenido que sufrirme con las fugas de Bach, para las que me faltaban siempre dedos en las manos.
El día que se reincorporó yo me senté como siempre en la banqueta, le di unas cuantas vueltas para llegar bien a los pedales, y disfruté de aquel pequeño triunfo mientras ella me escuchaba con la boca abierta.
Dos encuentros, separados en el tiempo, con una misma melodía, que impidieron que abandonara demasiado pronto. No me diréis que aquí no hay algo que voy a tener que atender…
Debussy: Golliwog'sCakewalk (Children's Corner, L. 113)
Pues habrá que escucharlo entonces. Muy bonita la historia