Estas circunstancias tan especiales que estamos viviendo nos han hecho reflexionar sobre muchas cosas, entre ellas sobre la calidad de vida que tienen nuestros mayores. Muchos de ellos están estos días confinados en soledad y esto me ha hecho recordar una propuesta teatral que tuve la suerte de disfrutar hace unos meses en el teatro La Encina, cuando todavía podíamos asistir a espectáculos en vivo. Se titula "Lombrices".
Para Martirio y Consuelo, dos ancianas madrileñas, el "afuera" es una amenaza constante. Entre punto y galletas, nos cuentan sus estrafalarias historias, haciéndonos reír y llorar al mismo tiempo.
Impresionante interpretación de las dos actrices en escena, Lina y Elena. Montaje sencillo pero que os va a sorprender.
Os cuento como fue para mi aquel día: salí de casa con tiempo de sobra pero me perdí. Cuando, por fin, encontré el teatro no conseguía soltar el coche así que llame a mis amigos, que me esperaban a la puerta, para decirles que entraran sin mi. Pero las representaciones iban con retraso y cando ya lo daba por perdido justo delante de mis narices, como si hubiera surgido de la nada, un parking 24 horas con el letrero de libre. Todo confabulando para que yo pudiera ese día ver actuar a mi amiga. Sí Elena es mi amiga, un regalo que me ha hecho la vida.
Espero que cuando todo esto pase vuelvan las representaciones.
¡Os avisaré!
Ficha técnica:
Martirio: Lina Jurado
Consuelo: Elena Bueno
Dramaturgia: Pablo Albarello
Version escénica y dirección: Jorge Cassino
Efectos Sonoros: Jesús Soria
Pelucas y maquillaje: E.B.L.J
Muchas gracias por esta reseña, Carmen. Cuando estábamos inmersas en la construcción de la obra tratamos, como bien dices, la relación con ese "afuera", que tanto miedo le daba a los personajes. Reflexionábamos sobre qué vivencias podrían haber desatado ese temor a salir de casa y nos íbamos a la posguerra, miedo a ser llevado a una residencia, etc... Nunca imaginamos que viviríamos una situación en la que palparíamos de forma tan notoria ese miedo. Mucha gente mayor vive estos días sintiéndose poco menos que "señalados por la parca y con todas las papeletas" con un miedo (suyo, o bien trasmitido por hijos o amigos).