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  • Foto del escritorC.L.Bruna

MI MAESTRA


Tengo tantos capítulos que dedicarle que no sabía por dónde empezar. Mi vida cambió por completo cuando entré por primera vez en la Escuela de Coral Antón y la conocí.

Para que lo entendáis, os dejo aquí algo que escribí uno de aquellos primeros días. Ella ya lo ha leído muchas veces y le agradezco que siempre me haya dejado compartirlo, pero es que no podía ser de otra manera, tenía que empezar por aquí. Lo titulé  “Algo bonito”: 


La clase había empezado muy bien, y eso que iba nerviosa. Primero la relajación, en la que me perdí por un campo y no paré de correr, los ejercicios de cuello, los estiramientos y la vocalización. Todo iba bien, luego algo divertido, nos reímos viéndonos unos a otros convertidos en top models de pasarela... y entonces ocurrió algo mágico. No sé si fue o no casualidad pero me tocó hacer el ejercicio teatral con Coral. El caso es que nos sentamos una frente a otra y ella empezó a pintar mi cara en su lienzo imaginario. Yo estaba tranquila, creo, no sé…no me acuerdo muy bien, solo sé que esas lágrimas que llevo guardando tanto tiempo empezaron a caer. Muy discretamente ella me preguntó si quería que paráramos, pero yo la dije que no porque en el fondo me sentía muy bien. Entonces ella miró el cronómetro y me tocó a mí pintarla a ella. Fue increíble, según la estaba pintando la tristeza se me fue pasando, sobre todo cuando me concentré en su sonrisa, que estuve pintando un buen rato. También me detuve en sus rizos, que son dorados y apuntan hacia arriba, como si quisieran tocar algo que estuviera muy alto. Estoy segura que si hubiera tenido color en mi mano la pintura hubiera quedado preciosa.

Entonces llegó el turno de la puesta en común y ella dejó nuestro caso para el final. Empecé yo explicando lo que me había pasado, pues nadie se había enterado. Creo que lo expliqué bien porque lo tenía claro: ella se había metido en mi interior y había sacado una emoción que después consiguió relajar con su sonrisa. Entonces le tocó explicarse a ella. Dijo que le había encantado lo que había sucedido, que me hubiera emocionado, que hubiera decidido seguir… y que ella sólo había abierto su corazón con todo el amor que pudo. También dijo que se había fijado en mis rasgos y que era muy guapa. Yo sé que guapa no soy, por eso estoy segura de que ella vio en mi algo más.


Para todos mis chicos "Coral Antón" que me esteis leyendo: os cuento esto porque “eso más” que ella vio en mí es en parte vuestro. Yo no sería así si no os tuviera en mi vida. Así que gracias a todos por hacerme guapa y haber conseguido que juntos hayamos vivido "algo bonito". 




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