Desde que se retomaron los conciertos presenciales en el Café Libertad 8 estaba esperando el de Emi como agua de Mayo. Así que nada más ver el anuncio por las redes compré mi entrada. "Carmencita, eres más rápida que el viento"-que diría mi amigo Protokolo.
Gracias a Julia (Cameron) estoy empezando a hacer de otro modo las cosas. Esta fue una Cita con el Artista en toda regla, pues desde el principio decidí ir sola. Pensareis que me estoy volviendo asocial, que la pandemia me ha provocado fobias, que me da miedo el contacto humano. Podría ser. Pero estas no son las razones por las que ahora hay cosas que no consulto, que no persigo, solo permito que pasen.
He cambiado mi modo de "hacer" y así, a veces, esos encajes de bolillos que hacía para cuadrar horarios, se transforman en la alegría del encuentro inesperado. Se evitan las falsas expectativas y te permite vivir tu instante. Tampoco os voy a engañar, todo acto, por muy espontáneo que parezca, lleva detrás cierta planificación. Mis amigas y mi barrio me permitieron , en este caso, librar un viernes por la tarde.
La recompensa llegó nada más aterrizar. Esperado abrazo de amigos ya vacunados y con bozal. Emi no parecía nervioso, le sentí en su salsa. En primera fila, preparada para salir al escenario cuando hiciera falta, estaba mi Bella. Me senté al final, en una mesa para mi sola, como una reina. Y veis lo que os decía, si hubiera quedado en entrar con Valeska por la puerta porque, ¡cómo iba a entrar yo sola!, me hubiera perdido ese momento en el que ella apareció a mi lado, por sorpresa, solo para decirme lo contenta que estaba de verme.
No os imagináis lo que disfrute. Reí, canté, lloré y hasta me eché unos bailes. Con las entradas agotadas, mi amigo estuvo como nunca. Hubo tiempo para el recuerdo pero también para presentar nuevos temas. Os dejo aquí uno de mis ya conocidos recopilatorios de los mejores momentos, no aptos para personas propensas al mareo. Avisado está.
Os animo a que probéis a hacer algún cambio, por pequeño que sea, pues seguro que os sorprende el resultado. Y así, pasito a pasito, por muy tormentoso que sea vuestro escenario, encontrareis el modo de resurgir. Os dejo con unos versos de Emilio, que lo explica mucho mejor.
"Lancemos las campanas al abuelo
en medio del Danubio Universal
que se note que yo nado en la ambulancia
resurgiré como el gato Félix"
muy buena cita con el artista😍